17 noviembre, 2008

Al principio, Lake Tahoe se me presentaba como una de esas películas mafufas en cuyo póster aparecen los dos o tres premios que han ganado en festivales internacionales. Los 10 primeros minutos me hartaron (tal vez a causa de la línea verde que la copia tenía), agradecí el café que había comprado minutos antes, pero conforme las cosas avanzaron, la película me llegó.
Hace mucho que no veía una peli que me conmoviera, es más, hace mucho que no veía una película que me hiciese olvidar eso, que es una ficción. Me adentré, me dejé llevar y hasta ganas me dieron de abrazar al protagonista, de arrancarle su dolor. Me gusta cuando las ficciones se vuelven realidades ante mis ojos, cuando me encariño tanto con los personajes que siento que los conozco y que me susurraron al oído toda su historia. Así es Lake Tahoe. Si es mejor que Temporada de Patos, si la actuación de Diego Cataño es mejor que en la anterior, si Eimbcke se superó o no, poco importa. Ésta es una buena película, una buena historia, de ésas que uno no debe perderse, de esos caramelos que uno paladea por mucho tiempo...

12 noviembre, 2008

05 noviembre, 2008

strange days

Ayer era una noche 'especial'. C y yo estabamos listos para ver las elecciones de EU (vaya, nos gusta eso de la política) y sus esperanzas estaban puestas en Obama (a mi me cae mejor su esposa). Pero, tras un par de llamadas de personas preocupadas por mí (uno de mis caminos alternos para llegar a casa tras la oficina es justo donde se estrelló la aeronave ayer), nos enteramos de lo que sucedía en México. La tele se convirtió en la fuente de lo sucedido a escasos minutos de mi hogar y la computadora en la fuente de las elecciones. Fue un instante bitter-sweet, por un lado, ver emerger a un líder, por otro, saber que cada vez la situación estará peor en este país... Hoy por la mañana, el amable señor que me trajo a la oficina, me dijo que ya estaba harto y que él, lo único que quería era ganar lo suficiente para pagar sus deudas y luego hacerse de una parcela, pues sabía que podía vivir de la tierra y que no necesitaba más. A veces me gustaría creer que yo puedo hacer lo mismo, pero soy poco útil cuando se trata de enfrentarme a cosas naturales, me dan miedo los bichos, los animales y hasta la propia tierra.
Hoy amanecí con la misma sensación que tuve hace años, cuando de adolescente, veía en la tele la caida del muro y la perestroika. Recuerdo sentir que todo a mi alrededor cambiaba, como si fuera en fast-forward uberrápido, pero yo no podía moverme...