27 abril, 2008

words of wisdom

“Over a long morning interview, Mr. Lois recalled that Martin Scorsese, a huge admirer of the Esquire covers, seemed crushed when he learned that his idol had spent most of his life in advertising. But Mr. Lois said he didn’t see much difference between ads and covers. ”“ 'I’ve always been about the big idea, the big idea,' he explained. 'I never had any trouble going into a new area. It’s all a matter of creativity. I even made a music video once for Bob Dylan, using 5,000 years of the history of art.' ”

24 abril, 2008

Sonnet: What is Needed

A complete new sex. Not those dreary old men and women,
where the beautiful are so pleased to be beautiful
and the unattractive live in outer darkness;
but a real democracy where everyone's
equal and opposite
and nobody's under proof. Satisfaction guaranteed.
That would be somenthing. If jealousy and frustation
could be thrown into the everlasting dustbin,
what an end to sourness and the moulds of madness!
We live, however, in an unregenerate country.
There-s no sign yet of that desired mutation.
Monsters are wearing briefs and ties and waistcoats
and filling the world with hours of quiet agony.
Sprightliness wears the bowler hats of boredom
and young difficulties fill the bras and panties.
-Gavin Ewart (1916-1996)

23 abril, 2008

From the Passionate Pilgrim

William Shakespeare 26 de abril 1564-23 de abril de 1616



Two loves I have, of comfort and despair
That like two spirits do suggest me still.
My better angel is a man right fair,
My worser spirit a woman colored ill.
To win me soon to hell my female evil.
Tempteth my better angel from my side,
And would corrupt my saint to be devil,
Wooing his purity with her fair pride.
And whether that my angel be turned fiend
Suspect I may, yet not directly tell;
For being both to me, both to each friend,
I guess one angel in another's hell.
The truth I shall not know, but live in doubt,
Till my bad angel fire my good one out.

22 abril, 2008

Lloraba, el viento jugaba con su cabello. El la vio y corrió a besarla. Sus lágrimas se secaron y una tierna sonrisa apareció en su rostro. Empezaron a caminar, eran felices. Al abrir los ojos, las lágrimas seguían allí, cayendo. El viento la acompañaba a depositar las flores sobre el cristal. El había muerto.
There’s something twisted in anniversaries and birthdays. Besides the fact of having to be extremely and stupidly polite with whoever calls to say: “Hi, congratulations. How are you?” You have to fake a smile and parade through that day with extreme happiness. But, what happens when you want to be home and drown in self-pity; or when you just wish to be in bed, trying to cover mistakes and actions with your blankets and pillows? I really hate when everyone around you takes for granted a happiness that’s not real or that you don’t want to acknowledge, at least not during that ‘special day’. It’s just a year (usually crappy, especially if you got divorce, lost your job, had to get a mortgage, went to the funeral of someone you loved, etc, etc), but everyone wants to add words of wisdom and best wishes to it (and worst they are not always sincere). But well… at least I can complain.

21 abril, 2008

Mi abuelo


Cuando tenía como 15 años, la UNAM llamó a mi abuelo para hacerle un pequeño homenaje en el medio tiempo de un partido de los PUMAS. Mi padre y yo lo acompañamos. Fue mi primer y único partido de la UNAM.
Mi abuelo fue un gran caballero, un hombre completo de quien aprendí un poco de todo, incluida mi afición al futbol (de la que muy poca gente sabe), mi pasión por la cartas y por la música clásica, pero, sobre todo, fue él quien me enseñó a disfrutar de las cosas más sencillas y valiosas de la vida. Hoy lo sigo extrañando y aprovecho para compartir este párrafo del artículo que salió en el periodico La Nación de Costa Rica. Si quieren leerlo completo entren a:

www.nacion.com/proa/2008/abril/20/proa1499322.html

Nacido en Barrio México, San José, el 18 de octubre de 1912, Rodolfo Muñoz se formó en el seno de una familia de deportistas que encabezaba un futbolista, su padre Elías Muñoz, quien jugó de portero en uno de los primeros equipos que se formaron en el país, el Josefino.

Butch –así se le llamaba por querer imitar al actor español Juan de Landa, de la cinta de 1930 El Presidio – se inició en los equipos San Luis FC y el Hispano Atlético. De ahí dio el salto a la Primera División del Orión FC.

Su progenitor dotó a la familia de un salón de baile y un gimnasio muy completo, que le permitió a sus hijos practicar todo tipo de deportes. Aparte de un Rodolfo futbolista, sus hermanos fueron campeones nacionales de boxeo: Jaime (peso mosca) y Franklin Muñoz (en ligero). Guillermo practicó el futbol y fue campeón de tenis de mesa.

“¡El gimnasio en la casa era una preciosidad tremenda! Mi padre nos inculcó el deporte, alejados de los vicios. Nada de licor, ni cigarrillos ni de billares”, recordó Guillermo Muñoz, hermano de Butch , con 94 años y quien radica en San Juan de Tibás.

A raíz de una gira que realizó el Club Sport La Libertad a México, en noviembre de 1935, Butch fue solicitado como refuerzo del Orión y sobresalió en los amistosos ante los principales clubes aztecas de la época. Por ese motivo, fue contratado por el equipo España, junto a Eduardo Goldoni y José Antonio Toño Hütt.

Se les sumaron Santiago Bonilla, procedente del equipo Nueva York (EE. UU.), y Jorge Quesada, Quesadita , quien venía del futbol de España luego de que, en 1936, estalló allá la Guerra Civil.

“ Butch era un jugador muy técnico y limpio. Cuando debuté en un partido internacional con la Liga ante el España, él venía en esa gira (el 20 de julio de 1941) y yo lo tuve que marcar. Estaba nervioso, porque tenía que toparme con un hombre de fama y prestigio en Costa Rica y México. Se me acercó y me dijo: ‘Alvarillo, juegue tranquilo, usted domina bien la pelota’. Entonces se me quitó el miedo de enfrentarlo”, recordó el exjugador Álvaro Rojas Espinoza, hoy con 88 años de edad.

Desde entonces, Butch radicó en Ciudad de México, al lado de su esposa mexicana, Aurora Reyes, sus cinco hijos y siete nietos. Allá jugó y dirigió al España, el Marte y la UNAM; fue muy apreciado por la afición azteca y la prensa siempre lo recordó como uno de los mejores extranjeros que participó en el balompié azteca.

“Mi hermano me llevó a México y me contrató el Moctezuma de Orizaba como centro delantero y llegué a ganar el campeonato estatal. Me lesioné el nervio ciático y me dieron de baja. Después ocupó mi lugar Fello Meza, en 1941”, revivió Guillermo Muñoz.

17 abril, 2008